Vanidades riesgosas
Granada, Meta,
se está
convertido en ciudad de mercado creciente para la práctica de cirugías
estéticas encubiertas o de garaje; se estima que semanalmente se están
realizando entre 7 y 11 intervenciones
estéticas, las más comunes, los famosos retoques y las liposucciones.
Una definición de vanidad puede ajustarse a todo el conjunto de cosas que
existe en nuestro mundo y que tiene una caducidad, el ser humano tiene el
derecho de sentirse vanidoso por su imagen anatómica, así sea con ayuda quirúrgica, la autoestima hace parte de
la felicidad y la satisfacción de verse estéticamente mejor. La práctica
creciente en esta ciudad por parte de profesionales que llegan con mayor frecuencia de
Villavicencio e inclusive de ciudades como Bogotá y Cali es evidente. Para las
valoraciones acuden a diversos spa, docentes,
enfermeras, amas de casa hasta profesionales de diversas áreas están contratando
estos servicios; lo que llama la atención es que estas cirugías se practican de
manera clandestina, es decir en sitios no adecuados, sin las condiciones
higiénicas, ni mucho menos médicas.
El afán de verse mejor, estimula a muchas señoras a someterse a intervenciones
a cualquier costo, una cirugía estética en un centro hospitalario que cumpla
con las disposiciones de Ley, puede costar entre 8 y 12 millones, éstas llegan
a costar solo dos millones pesos en la capital del Ariari; pero
los riesgos a la vida son enormes. Aunque parezca sencillo, la verdad no
son procedimientos menores y deben ser
realizadas en las más exigentes condiciones de higiene y por manos expertas, registrados
a la Sociedad Colombiana de Cirujanos plásticos.
La demanda
creciente no solo estimula la práctica empírica, sino el uso de otros elementos
y sustancias, como productos industriales (tipo de aceites) o inorgánicos, que
representan un altísimo riesgo, que empeora en manos sin entrenamiento
profesional, se aprecia que inclusive algunas esteticistas empiezan a efectuar
procedimientos que solo lo puede garantizar un especialista.
Cuando se
invade el cuerpo es necesario saber de anatomía. Si no se tiene el
conocimiento, se corre el riesgo de complicaciones como la ruptura de un filete
nervioso, que puede afectar la sensibilidad del cuerpo; romper un músculo que
afectará el movimiento, o hacer un corte que no sigue líneas anatómicas y
genera deformaciones o cicatrices irreversibles.
Recomendaciones:
Verificar que
el sitio escogido esté habilitado por las autoridades de salud, todo cirujano
plástico debe ser titulado y tener especialidad en cirugía plástica, ofrecida
por un programa universitario aprobado,
comprobar que el profesional esté acreditado por la secretaría de salud,
desconfiar de procedimientos a preciso muy económicos, o de materiales de muy
bajo costo (el ácido hialurónico, por ejemplo es costoso), verificar la calidad
de los materiales y que estén aprobados por el Invima, deben ofrecerle un plan
quirúrgico personalizado, riguroso, en el cual se determinen los riesgos del
procedimiento
Lo cierto es
que a pesar de casos, donde muchas mujeres pierden la vida al someterse a estas
intervenciones en sitios no recomendables, a las mujeres del Ariari parece no importarles …
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