El hospital Departamental de Granada Meta, pasó de contar
con una excelente política de servicio al cliente, en el que el buen
trato y la humanización eran primordiales, la cual le valió, para ser
considerada una de las mejores de la Orinoquía y lograr la certificación de
calidad ISO 9000, a una política donde
el interés no reside en la calidad de servicio para los usuarios, sino en los
intereses particulares de aquellos que hoy llevan las riendas de esta
institución.
Lo
que hace escasos 6 meses era el valor agregado del Hospital como el servicio
eficiente, oportuno y humano, hoy es ineficiente, inoportuno
y carece de sentido humanístico.
Oro
Oro habló con varias funcionarias que para evitar represarías, prefieren
guardar su reserva de identidad. Narran la crítica situación que se vive la
entidad, dicen que incluso el riesgo de infecciones y contaminación es muy
alto, pues solo se trapea con agua, no se cuenta con desinfectantes, los
insumos no llegan, tienen que comprar de sus propios sueldos los jabones y
detergentes.
En
este Hospital últimamente se han tomado decisiones administrativas que empiezan
a ser cuestionadas, calificadas como excluyentes, falta de liderazgo que atentan contra el
reconocimiento obtenido a lo largo de estos años, ésta apreciación,
porque los días 3 y 4 de octubre de 2016
le correspondía a este centro departamental de salud recibir la visita de
ICONTEC con el propósito de verificar el cumplimento de las metas y con
ello, recertificar por un año más los procesos de calidad de las diferentes
áreas, pero el gerente encargado, José Luis Rosero Hernández, el
día 25 de septiembre canceló dicha visita, lo que presupone la DESCERTIFICACIÓN de la gestión de
calidad del centro hospitalario, perdiéndose
los estándares de acreditación, logrados con implementación de mecanismos, en
los que participaron los diferentes niveles del personal que labora en él, es
decir fue una política integral, donde la razón de ser era el paciente y sus
familias.
Todo
esto ha cambiado en poco tiempo, palpándose un acto presuntamente de irresponsabilidad,
significando un retroceso en cabeza del nuevo equipo, conformado por
“carmelistas”, sin experiencia, sin conocimiento de las funciones propias
del cargo, con incertidumbre en el personal, con indiferencia por la situación,
falta de planificación y marcada improvisación,
que llevarán al Hospital, orgullo de los Ariarenses, a una intervención
por su desmejoramiento.
Con la suspensión de la visita se pierden los certificados y el esfuerzo de todos los trabajadores de la organización por una decisión unilateral de la administración de la organización. Esto equivale al no cumplimiento de los requisitos de las normas ISO 9001 y Gp 1000, requisitos que garantizan seguridad y mejora continua en la prestación del servicio de salud
Se
dice incluso, que se están tomando decisiones caprichosas, sopesadas más por el
clientelismo, que por la eficiencia, con ello sacrificando el bienestar de los
empleados, los usuarios, la razón de ser
de la institución.
Las
cifras ya demuestran la falta
capacidad gerencial, ya que en los últimos dos meses el recaudo y
servicios bajado entre el 25% y 30%.
Aunque
el Ministerio de Salud y Protección Social, el pasado 30 de abril,
determinó que el HDG, se encuentra en RIESGO BAJO, hoy los expertos en el
tema presupuestal y de servicios, ven un inminente RIESGO ALTO, entidad orgullo
de los habitantes del departamento, y no desean que corra la misma suerte del
Hospital Departamental de Villavicencio que desde hace un año y medio se encuentra
intervenido y está catalogado como RIESGO ALTO, por lo que puede ser
liquidado.
Es
así, que los Granadinos, Metenses, Llaneros, exigen a la Gobernadora no más
improvisaciones, no más gerentes en cuerpo ajeno; se necesita en la
gerencia, un(a) líder, un directivo con plenas Facultades,
sentido de pertenencia, que le duela la institución, que infunda
credibilidad y respeto, en pocas palabras que lo dejen actuar y no lo amarren
con tanta politiquería.
Redacción: REVISTA
ORO ORO